Jabón sólido exfoliante perfumado con lavanda triturada - Con manteca de karité bio 250g (filmado)

Un jabón exfoliante elimina las células muertas de la superficie de la piel, favoreciendo la renovación celular. Al rascar ligeramente la superficie de la epidermis, la exfoliación libera la piel de impurezas y residuos, desobstruyendo los poros y mejorando la textura de la piel. De este modo, la piel se vuelve más suave, lisa y radiante. Por último, tras la exfoliación, la piel absorbe mejor los productos hidratantes y/o nutritivos aplicados a continuación, optimizando su eficacia.

Para exfoliar tu cuerpo correctamente, sigue estos sencillos pasos:

1. Prepara tu piel: Antes de exfoliarte, date una ducha caliente para abrir los poros y ablandar las células muertas. Esto permite que el exfoliante actúe con mayor eficacia.
2. Elige el exfoliante adecuado: Utiliza un exfoliante corporal natural como nuestro jabón exfoliante de lavanda triturada. Los granos de lavanda que contiene exfolian suavemente tu piel sin dañarla.
3. Aplicar con movimientos circulares: hacer espuma con las manos y masajear suavemente la piel con movimientos circulares. Insista en las zonas más ásperas, como codos, rodillas y talones.
4. No frotes demasiado fuerte: Exfolia suavemente para evitar irritar o dañar la piel. No olvides que tu piel es un órgano sensible.
5. Aclarar con agua tibia: Una vez finalizada la exfoliación, aclarar abundantemente con agua tibia para eliminar todos los restos de exfoliante.
6. Hidrata tu piel: Tras la exfoliación, aplica una crema hidratante o un aceite para nutrir la piel y mantenerla hidratada. La exfoliación facilita la absorción de los productos hidratantes.

Recomendamos exfoliar el cuerpo una o dos veces por semana para mantener la piel suave, tersa y radiante sin irritarla.

El jabón exfoliante ofrece numerosos beneficios para la piel al combinar las propiedades limpiadoras de un jabón clásico con una suave acción exfoliante. He aquí sus principales beneficios:

1. Menos células muertas en la superficie: Gracias a sus granos exfoliantes naturales, nuestros jabones exfoliantes ayudan a eliminar las células muertas. Así tu piel estará más suave y radiante después del lavado.
2. Piel más suave al instante: Al exfoliar regularmente, la piel se vuelve más suave al tacto. ¡Sentirás la diferencia desde el primer uso!
3. Mejora de la circulación sanguínea: El suave masaje circular combinado con el uso de un limpiador exfoliante ayuda a estimular la circulación sanguínea, favoreciendo una mejor oxigenación de la piel y un cutis más radiante.
4. Piel lista para ser hidratada: Al liberar la piel de impurezas y células muertas, el jabón exfoliante prepara la piel para absorber mejor las cremas y aceites hidratantes, optimizando su eficacia.
5. Limpieza profunda: A diferencia de un jabón convencional, un jabón corporal exfoliante limpia los poros en profundidad, ayudando a mantener la piel más sana.

Para obtener resultados óptimos y evitar dañar la piel, recomendamos un máximo de 1 a 2 exfoliaciones por semana.